Los retrasos en el crecimiento en la infancia pueden tener efectos en el largo plazo para el desarrollo cognitivo, el rendimiento escolar, la productividad económica en la edad adulta, entre otros. Abordar esto en los primeros años de vida ha demostrado ser la mejor manera de combatir la desnutrición, sin embargo, las familias a menudo carecen de información adecuada sobre las buenas prácticas de alimentación en los primeros años de vida. En Ecuador, nuestro equipo de investigadores están evaluando si enviar información a los cuidadores a través de mensajes de texto aumenta el conocimiento en las familias sobre el desarrollo de la primera infancia, la nutrición y los comportamientos saludables.