Las PyMEs son las mayores creadoras de empleo a nivel mundial, proporcionando—en promedio—más del 66 por ciento de todos los trabajos. Además, se cree que las PyMEs impulsan la innovación, la movilidad social, y la productividad. Sin embargo, las empresas en los países en desarrollo crecen menos que aquellas en países desarrollados debido a los obstáculos que las primeras enfrentan. Entre estos obstáculos se encuentran el escaso acceso al financiamiento, bajos niveles de capital humano y el limitado acceso a mercados. Estas restricciones limitan la contribución del sector a la creación de empleos y al desarrollo económico, lo que ha llevado a gobiernos, organizaciones sin fines de lucro y organismos internacionales a destinar miles de millones de dólares cada año en programas orientados a superar estas barreras. Desafortunadamente, aún existe poca evidencia sobre la capacidad de estos programas para destapar el potencial de crecimiento de las PyMEs.

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