La pandemia del COVID-19 ha puesto a prueba a los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil en todos los países del mundo. No obstante, cada país enfrenta retos distintos que dependen en gran medida de sus características socioeconómicas y políticas. En el caso de Colombia, un conflicto armado interno y la presencia de estructuras criminales y de narcotráfico son factores que pueden llegar a exacerbar algunos de los retos de la pandemia. En efecto, las organizaciones armadas y criminales no son actores pasivos frente a la pandemia, y pueden reaccionar de formas que ponen en riesgo la seguridad y el bienestar de distintos segmentos de la sociedad, entre ellos los niños, niñas y adolescentes (NNA).